miércoles, 6 de julio de 2011

LA TORRE DEL RELOJ Ó TORRE DE SANTIAGO, DE BULLAS

la TORRE DEL RELOJ... nuevamene rescatada, digo.....Rehabilitada.
















Os habla la TORRE DEL RELOJ....    (Recuperado desde 1992)

¡Buenas noches! Dicen que las piedras no hablan, y que no tienen corazón: es la triste calumnia de quienes envidian nuestra larga memoria que cruza los siglos. Vuestra sabiduría, al darnos forma y sentido, nos hace edificios, monumentos, y joyas, es decir testimonio de vuestro ingenio y trabajo. En agradecimiento, convertimos vuestra huella en historia, el trabajo en arte y cultura, y os abrimos la puerta del tiempo a cambio de los latidos de vuestro sentir.

Por ello, hoy 25 de Julio de 1992, en esta noche de festejo, música y júbilo, quiero contaros cuantos sucesos han acontecido en este suelo que pisáis y las incidencias que en mi vida han ocurrido.

Nací  en el siglo XVII, siendo corregidor Damián Egea y maestro de obras Francisco Muñoz. El pueblo de Bullas me levantó sobre la calle de las Sobrecuevas; en un principio mi reloj era solamente de campanas que anunciaban los días y las horas; porque cuentan, "que los cuartos se los había quedado el maestro de obras, y las medias las llevaban las mujeres".

Me acuerdo que entonces la luz del día marcaba el trabajo y el quehacer, y cuando daban las 12 del mediodía todos los vecinos se descubrían para rezar el Angelus.


Todos los años, a mi amparo, en un día de fiesta como hoy, quemaban dos muñecos de trapo y paja. Os voy a contar porqué:                  

Mi emplazamiento y vuestra estirpe tienen historia. Estoy asentada sobre lo que fue una villa romana, lugar donde se aplicaba la justicia y se hacía afrenta pública a los malhechores. Me han contado, que siendo Alcaide del Castillo de Bullas, Bermudo Tonjadet, éste entregó, por traición, la plaza al reyezuelo de Huéscar Ali Mohamet, y huyó con su mujer llamada Raquel.

Reconquistado el Castillo por los Regidores de Cehegín y Murcia, vecinos y autoridades hicieron un auto de fé. Por ser Bermudo y Raquel, traidores, además de judíos de Toledo, fueron quemados en efigie por su traición y felonía.

Este hecho se conmemoró durante siglos y perdura en la memoria de los mayores, dando lugar a la representación de las Tarascas, acto que hoy vamos a reanudar para recordar nuestra historia.

Pero el tiempo...¡Oh el tiempo! dicen que no perdona y pobre Torre de mí, también fui deteriorándome, primero la maquinaria del reloj, después mi envoltura; me quedé muda durante largos años, pero veía, oía y tengo memoria....

Recuerdo cuando en 1812 canté de alegría con la victoria,  en la Guerra de la Independencia, del "Tío Cayetano", que derrotó a los franceses en el Barranco del Moro y llegó a tomar Caravaca y Moratalla. Aún está presente entre nosotros la estirpe de los Cayetanos como defensores de nuestro pueblo.

Con la llegada del siglo XX, se pensó en mi reconstrucción, pero las suscripciones populares no llegaron a cubrir los gastos, que D. Joaquín
Carreño Góngora, se ofreció a sufragar. ( Se pasaban hambres, enfermedades, y vuestra Torre del Reloj era reflejo de los avatares del
pueblo).

Tiempos mejores vinieron, buena voluntad había. Hay papeles escritos al tesón de las familias Puerta, Carreño, López, García, Egea, Sánchez, Fernández-Abril. Todos ellos hijosdalgos del tiempo de los Reyes Católicos, y de los que descendéis la mayoría.

Pero otra vez el paso el tiempo volvió a destrozar mis engranajes y dejé de cantar el tiempo para vosotros.

Hoy de nuevo me tenéis activa gracias a la gestión de vuestro Alcalde que entra en la historia Local, en la de esta Plaza y Torre, gracias al importante apoyo de la Consejería de Política Territorial y su titular Exmo Sr. D. Vicente Blasco Bonete, así como del equipo técnico, Archivo histórico, miembros de la Corporación, trabajadores del Ayuntamiento y Escuela Taller.

Pero no quiero olvidar a Manolo el pintor, que como su padre, cada día me cuida y me visita.

Deseo por fin que conozcáis porqué me han pintado de amarillo que tan bien me sienta. este color era el de Los Austrias, y ya que con ellos nos llegó la independencia de Cehegín, en su honor este color es tan dominante en nuestras casas. Todo evoluciona pero nada cambia. Quizás, ya no os veo ir las noches de San Juan a lavaros la cara a La Murta, o contar entre temor y curiosidad la historia de la Encantá del Castellar; no sorprendo los besos furtivos en las rejas, y los alguanazos de las suegras. Pero con sayas o vaqueros, los jóvenes seguís soñando, y yo sigo complice de vuestras ilusiones y penas.

Tiempo que dan las diez para que empiece a arder la traición, a
sonar la música y correr el vino. Empieza la fiesta...yo... vigilo el tiempo de Bullas.

Bullas, julio 1992.










te espero en esta penumbra azul.

te espero en esta penumbra azul.
la vuelta de la noche.