Cuerpo, recuerda no solamente cuánto fuiste amado, no sólo los lechos en que te acostaste, sino también aquellos deseos que por ti brillaban en los ojos manifiestamente, y temblaban en la voz -y algún obstáculo casual los hizo vanos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5ACnK5kyD3ctkK6dgMtTCwV74OMvv1qqL_fMBqEGJfpFje1FhOwQchbqXWtFzPOl_qGMJ_VQP1qm_EadDs-eieWRPpD1A0_q_AnaR2TF6z5zd3oou_syZnOdJLpl__kljJaWTXoQ_zGZI/s320/400861_458013694230527_1818538758_n.jpg) Ahora que todo ya está en el pasado, parece casi como si a los deseos aquellos te hubieses entregado -cómo brillaban, recuerda, en los ojos que te miraban; cómo temblaban en la voz, por ti, recuerda, cuerpo.
Hasta Que El Cuerpo Aguante-Mägo de Oz
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